sábado, 19 de diciembre de 2009

Antonio de la Mata, el campeón que nunca existió (I)

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Julián García Candau
Fuente Levante emv
A
ntonio Mata Guinot, alias Pirri nació en Vila-real y fue vilmente fusilado en la celda de la cárcel de Castellón. Antonio, anunciado en el boxeo como De la Mata, fue campeón de Cataluña de los pesos pesados. Medía más de 1.90 y poseía gran pegada. Combatió en España, Cuba, Venezuela, Estados Unidos, Puerto Rico y Costa Rica. Se enfrentó a grandes púgiles de la época y para la Federación Española de Boxeo no existe. En tiempos de Memoria Histórica ni sus restos pueden ser recuperados.
Antonio era un gigante en los años veinte y de niño ya poseía corpulencia excepcional. En edad juvenil tuvo una pelea con un paisano quien se tomó la revancha cuando entraron los nacionales en Vila-real y lo llevó a la muerte. Fue denunciado por rojo y en ignominioso juicio se le condenó a muerte. Antes de dedicarse al deporte mostró sus portentosas facultades físicas estableciendo récords de cava en los huertos de naranjos. Era capaz de cavar dos hanegadas (1.700 metros cuadrados) cuando lo que se exigía a los jornaleros era de media.
Le animaron a que se dedicara al boxeo, deporte entonces muy popular, y se trasladó a Barcelona donde además de carrera espectacular convivió con los mejores de entonces. Se entrenó en el gimnasio de Ángel Artero, el gran maestro catalán, y tuvo como compañeros en la sala a José Gironés, Carlos Flix, campeones de Europa y Francisco Ros campeón de España. El primero logró emigrar a México donde murió. Los otros dos fueron fusilados como De la Mata.
Basta recurrir a las hemerotecas para comprobar que el villarrealense existió. En Valencia, Madrid, Barcelona y Sevilla sus combates quedaron reflejados en los diarios. La popularidad le llevó a figurar en los librillos de papel de fumar, "Mi Papel", junto a Ricardo Zamora, Juan Bautista Lloréns y, Paavo Nurmi, Johny Weismuller y Paulino Uzcudum, entre otros. Antonio no fue boxeador del montón. Además de ocupar espacio constantemente en las primeras páginas de El Mundo Deportivo figuró en combates de fondo en salas de prestigio y fue protagonista de las grandes veladas barcelonesas en las que se disputaron títulos de Europa. Incluso llegó a anunciarse que iba a ser el primer adversario al que se iba a enfrentar Primo Carnera. Precisamente su envergadura fue de la que se sirvió su amigo Paulino Uzcudum para preparar su combate con Max Schmelling en Nueva York. Fue su sparring en vísperas de combates por el título europeo.
Cuando traté de escribir su biografía y su trágica muerte, para El deporte en la Guerra Civil solicité datos profesionales a la Federación y allí no sólo me dijeron que no les constaba su existencia, sino que si conseguía su historia que se la pasara. Ni siquiera Fernando Vadillo, novelista de la División Azul, y el hombre que escribió las mejores crónicas del boxeo de los españoles en América, lo citó, y me dijo que no tenía idea de su existencia. Su nombre fue borrado del historial del boxeo español. El primer presidente de la Federación Española de Boxeo, nombrado por los vencedores fue el boxeador de los grandes pesos, Fabián Vicente del Valle, comandante franquista. Éste fue miembro del primer Comité Olímpico Español presidido por el General Moscardó. El presidente federativo de más larga estancia al frente de la misma fue, posteriormente, Vicente Gil, médico de Franco.
En Vila-real traté de indagar y salvo su familia, solamente el hijo del campeón ciclista Juan Bautista Lloréns, quien ha biografiado no sólo a su padre, sino también a otros deportistas villarrealenses, tenía noticias de su existencia. En dos ocasiones me topé con la respuesta de que no convenía que preguntara porque había sido rojo. Por medio de los datos recopilados por el mallorquín Julio González, y ampliados por el cronista de la revista estadounidense The Ring, Luckett Davis, pude pergeñar parte de la biografía del villarrealense.
Comenzó su carrera por rings valencianos y en su debú en Barcelona, en la sala Olimpia, de la que fue uno de los grandes protagonistas, derrotó por K.O. a Polo. Aquella noche ya compartió cartel con Paulino Uzcudum. Sus primeras víctimas fueron Plana, Rodríguez, Froener, Laurent Mathieu, Lagarde y Frank Hoche. El 9 de marzo de 1926, en Madrid, venció por K.O. en el primer asalto a Raúl Rodríguez. Disputó cinco combates consecutivos en Barcelona en lo que ganó una vez por K.O, tres por fuera de combate técnico una por puntos y otra por abandono. En Bilbao derrotó a José Late también por K.O técnico en el séptimo asalto. En Sheffield batió a Donald Shoterland y en Londres, como en otros casos, por K.O. técnico a Charlie Smith. En París hizo nulo con León Sibilo y al regreso a Barcelona fue derrotado a los puntos por Isidoro Gaztañaga. A continuación celebró tres combates en San Sebastián y cinco en Barcelona en los que venció tres veces por K.O. tres a los puntos y dos por descalificación del contrario. Albert Chaumont, dos veces, Batting Mattar, también dos veces (fue foto de primera página de El Mundo Deportivo), Han Schemann, José Lete, Luigi Buffi y Juanito Olaguibel fueron sus adversarios. A Buffi lo derrotó en la Plaza de Las Arenas la noche en que Carlos Flix se proclamó campeón de Europa de los gallos al vencer al italiano Domenico Bernasconi.
La aventura americana también fue satisfactoria deportivamente aunque sufriera alguna derrota. En La Habana, el 25 de enero de 1930, debutó y se impuso a Rufino Álvarez y seguidamente, dos veces por K.O. a Francisco Cruz. Una de las noches actuó Kid Chocolate. También se impuso a Federico Calibran y perdió a los puntos con Raúl Bianchi En Tampa, Estados Unidos, venció por K.O a Joe Earl, Mike Firpo, Tige Armen, de nuevo a Firpo, esta vez por puntos, y a Big Boy Peterson en el segundo asalto. De la Mata tuvo licencia en Estados Unidos lo que le permitió combatir en Nueva York, Chicago y Florida. En Nueva York hizo combate nulo con Abe Lipschitz y en Chicago combatió dos días con Charley Retzlaff. En el primero venció por descalificación y cinco día después perdió por K.O en el primer asalto. Retzlaff fue conocido como El dinamitero de Duluth, alto fuerte, con pegada enorme avanzaba con probabilidades de campeón, pero pedió con Joe Louis.
Allí se impuso en el Whity City Arena a Peter Wistort, Charles Sleef y Crosley. En Nueva Jersey venció a Harry Wells y Fico Sello. En Gables también cayó por K.O. ante Arthur de Kuh. La gira por América continuó por Puerto Rico donde compartió carteles con Hilario Martínez. En Puerto Rico ganó a Galars y en Venezuela, de nuevo por K.O. a Kid Sembrano. En Costa Rica derrotó a Mora Molina y perdió con Ángel Chavarría. De su paso por Costa Rica ha quedado su presencia en la novela de Eduardo Aconitrillo García, Un tango llamado nostalgia.

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