Rocío da el golpe

Como a otras niñas, a Rocío Velázquez Olarte la encaminaron con tres años hacia la práctica de los bailes regionales. Sin embargo, esta alberitense que acaba de cumplir los 20 sintió desde muy pequeña un interés irrefrenable por las técnicas del kick boxing que aprendían los chicos en la sala contigua al estudio de danza. «Dejaba de bailar y me quedaba parada mirándoles», recuerda.
Tras mucho insistir en casa, su madre permitió que se iniciara en este deporte a los 7 años. Y, desde entonces, no ha dejado de golpear.
Por fortuna. el kick boxing la atrajo hacia sí; ya que, de lo contrario, esta disciplina hubiera perdido a una campeona por equipos, subcampeona en la modalidad de light-contact y una tercera finalista en semi-contact en los últimos Campeonatos del Mundo, que se celebraron a finales del pasado junio en Alcorcón (Madrid).
«Ha resultado una experiencia muy buena y me hizo mucha ilusión que me llamaran de la selección española», comenta.
Palmarés
Estos logros constituyen, no obstante, la punta del iceberg de un palmarés que aglutina nueve campeonatos de España, otros tantos regionales y numerosos trofeos en torneos interprovinciales.
Estas credenciales representan el resultado de una esfuerzo continuo a lo largo de años de trabajo. Rocío dedica, al menos, seis horas por semana a entrenarse en el gimnasio Kickbox de Alberite, en el que en ocasiones también da clases a niños y a adultos.
La asistencia a torneos le ha impedido cumplir con sus obligaciones académicas en alguna oportunidad. Así, no pudo presentarse a los exámenes de cuatro asignaturas de la licenciatura de Educación Física por acudir a los mundiales de kick boxing. Pese a que en vacaciones no perdió el contacto con los libros, a ella le compensa. «Este deporte es lo que más me gusta y lo que más me importa; por lo que no dudé cuando me llamaron para presentarme al mundial», admite.
La única espina que mantiene apunta a que desearía que «el kick boxing contase con un mayor reconocimiento». Y es que, aunque asegura que «cada vez lo practica más gente», mucha otra aún conserva la idea de que consiste en «pegarse, cuando se trata de una disciplina que exige técnica y en la que se muestra un gran respeto hacia los rivales».
Rocío promete seguir luchando para derribar este equivocado cliché. Como tampoco descansará hasta que alcance su meta: «continuar mejorando como deportista, lograr el título mundial a nivel individual y trabajar como profesora de kick boxing en un futuro».