Aprendiz de maestro

David Barber se proclamó campeón nacional de muay thai (boxeo tailandés) el pasado fin de semana, en la categoría de 57 kilos. El joven luchador pamplonés no se plantea dedicarse profesionalmente a este duro deporte. Todavía.
Mikel Azpilicueta:http://www.noticiasdenavarra.com/2009/11/02/deportes/otros-deportes/aprendiz-de-maestro
EL muay thai es un tipo de arte marcial que cuenta con casi 800 años de historia. Deporte nacional en Tailandia, los mejores luchadores del mundo celebran combates en la corte del rey, y se cuenta que, hacia el siglo XIII, era un requisito imprescindible para el monarca contar con cualidades para esta disciplina si se quería ejercer como tal.

David Barber sólo tiene 16 años, y hace unos días logró coronarse campeón de España de muay thai en la categoría de los 57 kilos. El pamplonés, residente en Barañáin, no imaginaba que pudiera alzarse con el título. "No, no me lo esperaba, aunque había entrenado bastante".

Mezcla de religión, espiritualidad y artes marciales, el muay thai es -según los expertos- la más completa y efectiva de las disciplinas de contacto, lo cual hace que destaque aún más el hecho de que Barber sólo lleva practicando este deporte desde enero.

Entrena casi todos los días, entre una hora y media y dos horas. Además, el joven campeón nacional sale a correr, hace técnicas, gimnasio... "Es un deporte al que le viene bien complementarlo con cualquier otro: nadar, bicicleta, etc.", dice sonriente Barber.

Su entrenador, Ion Imanol Rodríguez Vallez, incide especialmente en la poca repercusión que genera esta disciplina, cuya principal causa es el hecho de no ser deporte olímpico. "Por eso hay que ir dándole un poco de cancha y esforzarnos por hacer que se vea un poco más este deporte que tanto amamos", asegura Ion Imanol, que dentro de pocos días viajará a Tailandia, cuna del muay thai, para practicar "ocho horas seguidas con gente de mucho nivel".

por qué empezó a practicarlo

Los amigos...

David reconoce que se introdujo en el mundo del muay thai por la influencia de sus amigos. "Lo conocí por algunos de la cuadrilla, que antes lo practicaban pero ahora ya no", dice el de Barañáin, quien además no teme enfrentarse a luchadores superiores y acabar derrotado. "No tengo miedo a luchar contra alguien más fuerte y que me pueda hacer daño", asevera el joven púgil.

Barber, de momento, no se toma demasiado en serio toda la parafernalia de rituales y espiritualidad que rodean a este desconocido deporte, y piensa en el día a día. De hecho, a pesar de sus gratificantes resultados, el futuro lo plantea contingente. "No sé, probaré y según cómo vaya..." explica el de Barañáin, quien ya se prepara para el combate que disputará el próximo 23 de enero en Tarragona.

valores asiáticos

Misticismo, trascendencia

A los profanos en esta materia, lo que más suele sorprendernos (al igual que sucede, por ejemplo, con el afamado kung fu) es que se relacione directamente a una disciplina de lucha tan belicosa y -aparentemente- agresiva, como es el muay thai, con todo un universo de valores típicamente orientales y claramente positivos: pacifismo, calma, sosiego, meditación...

Según Ion Imanol, esto es normal. "Peleamos muy duro cuando estamos en el tatami, pero después de los combates somos todos tan amigos. No deben existir piques ni nada por el estilo", asegura serio y convencido el instructor del joven campeón nacional.

espectacular

Historia legendaria

Tailandia alberga, al igual que la mayoría de los países asiáticos, una profunda tradición luchadora. No en vano, buena parte de las artes marciales que nos llegan hoy en día tienen su origen en el continente oriental: el judo, el karate, el aikido, el ninjutsu, el taekwondo, etc.

Sin embargo, de todos ellos el más completo es el muay thai. Según Ion Imanol "el vale tudo (vale todo, en portugués) viene muy fuerte también, pero la verdad es que el muay thai es un deporte muy espectacular porque puedes usar, por ejemplo, los codos, que se convierten en verdaderas cuchillas, puedes pegar en la cara, con las rodillas, vale agarrar... Es bastante más espectacular que el kick-boxing, pero aún no se ve mucho".

Y no sólo espectacular: la base de esta disciplina es la practicidad, como lo demuestra la historia que se cuenta del padre del muay thai, Nai Khanomtom. Según la leyenda, hace 235 años Nai fue hecho prisionero de guerra por los burmeses (también tailandeses). Al parecer, se decidió preparar una celebración en la gran pagoda (clásico edificio asiático que consta de varias plantas) de Rangún, en Birmania (actual Myanmar).

Muchos boxeadores de thai fueron llevados para enfrentarse a los luchadores del reino. Nai Khanomtom tuvo que combatir contra diez púgiles del rey Angwa.

Tras derrotarlos a todos sin haber tenido ni un segundo de descanso entre uno y otro, fue honrado con el título de Padre del muay thai, y el día 17 de marzo (fecha de aquel excepcional combate) se celebra el Día del muay thai en Tailandia.

la calle no es para pelear

Sólo en el tatami

La superioridad ofensiva de un experto en muay thai es arrolladora. Tanto es así que el joven Barber lo tiene claro y se muestra pacificador y calmado en cada gesto, en cada palabra.

Su entrenador, Ion Imanol, tampoco lo duda. "Hay que evitar todos los conflictos. En la calle no hay que demostrar nada".

Su clase, una amalgama de chavales (y una chica) de todas las edades (desde los 13 hasta los treinta y tantos), se prepara poniéndose los protectores de espinillas y los guantes, si bien en profesionales las espinilleras no se utilizan en los combates oficiales.

Por parejas, se van turnando y sueltan adrenalina. Mientra tanto, Ion Imanol va dando consejos e instruyendo en cada nuevo golpe -o serie de golpes-, que pacientemente irán practicando sus disciplinados pupilos.

A pesar de su juventud, Ion Imanol denota cualidades destacables como entrenador. No en vano, ha hecho de David un campeón nacional en pocos meses. Sin embargo, no titubea al pedir repercusión y ayuda para un deporte que tiene siglos de historia, que aúna espectacularidad y espiritualidad, y que sigue siendo tristemente ignorado en Occidente.