La karateka de Puçol, Laura Ruiz, actual campeona provincial de kárate

Nacida en 1993 en Puçol, Laura Ruiz puede presumir de tener las ideas muy claras: comenzó a practicar kárate a los cuatro años, lo dejó por problemas ajenos a ella, ha vuelto hace apenas un año y ya es campeona provincial. Pero todo ello no es más que un aprendizaje más en la vida, lo que de verdad desea es convertirse en policía.

En 1997, con apenas cuatro años, Laura comenzó a practicar kárate en un bajo situado en la calle Ildefonso Fierro de Puçol. Cuatro años después, con un nivel ya envidiable, tuvo que dejarlo: su gimnasio, el Kodama, se trasladó a unas nuevas instalaciones en un polígono industrial y, con sólo ocho años, allí no podía acudir sola a entrenar.
Seis años de espera, pero no había olvidado el kárate. Así que en 2007, ya con catorce años, decidió que era un buen momento para volver a practicar su deporte favorito.
Ha pasado apenas un año y en su segundo torneo, disputado en octubre en Puçol, ya se ha proclamado campeona provincial de kumite en la categoría de cadete. Su tercera competición oficial, celebrada el 29 de noviembre en Denia, le sirvió para alcanzar el tercer puesto a nivel autonómico.
“Para mí el kárate no es más que un deporte, me gusta y me divierte, pero sólo como deporte, lo de la defensa personal es algo secundario y no tengo mucho interés en seguir en el mundo del kárate siempre”, confiesa Laura Ruiz con cierta timidez, pero con las ideas muy claras.
No había competido cuando era pequeña, antes de dejárselo, pero su currículum de cadete no puede ser más prometedor: tres competiciones y dos podiums. Pese a todo, no ve el kárate como su profesión: “Me gustaría llegar a ser campeona para que la gente sepa que el kárate también existe, pero mi verdadera vocación es ser policía. El kárate lo tengo como simple deporte”.
Sin ambiciones por conseguir cinturones de distintos colores, sólo empeñada en disfrutar, reconoce la gran labor que está haciendo con ella Pepe Claramunt, su profesor en el Kodama: “se porta muy bien y nos vigila continuamente, sobre todo a los que competimos, para corregir nuestros errores”.
Con todo, fiel a su vocación de policía, no deja escapar ningún detalle e incluso se permite criticar (amistosamente, eso sí) unas instalaciones nuevas pero que ya se han quedado pequeñas: “nos vendría bien un tatami más grande, porque somos muchos entrenando... pero es una buena instalación”.
Tras su podium en el autonómico, Laura tiene posibilidades de acudir a campeonatos de más nivel. A sus quince años el panorama deportivo que se presenta en su horizonte es envidiable, pero ella sigue pensando que hay que trabajar a fondo los estudios y lo que llegue en el ámbito deportivo bienvenido sea... aunque no desiste de su gran pasión: “de mayor quiero ser policía, es lo que más me gusta”.