domingo, 21 de marzo de 2010

Borja Mendioroz"«El luchador tailandés no retrocede»

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Fuente diario Vasco entrevista por Begoña Teso:

Borja, uno de los fundadores de la escuela de combate guipuzcoana Kuraia, profesor de kick boxing, full contact, K1 y MMA, (Mixed Martial Arts) en los polideportivos de Manteo y Pío Baroja, amén de organizador de combates y exhibiciones en toda Euskal Herria y parte del extranjero, pelea ahora por un reglamento muy estricto para que nadie pueda decir jamás que los luchadores no respetan normas de sanidad, deportividad y preparación. Borja lleva diez años viajando a Tailandia, patria de la modalidad de lucha muay thai. Ha entrenado en campos vedados a los extranjeros. En los lugares donde estuvo Van Damme. Y la madre del protagonista de la historia que contaba la película 'Beautiful Boxer' ha cocinado para él en el campo de Chiang Mai, Lanna Camp, al norte de la 'Tierra de los hombres libres'.

- Sitúanos, el muay thai es...
- Un deporte de contacto, un arte marcial, un espectáculo total y el deporte nacional de Tailandia. Es una de las disciplinas más rigurosas y complejas dentro de los deportes de combate. Es más que el boxeo, más que el kick boxing. Todas las extremidades del cuerpo, todas las avanzadas, entran en juego: brazos, piernas, codos, rodillas y además, el contricante puede ser agarrado para derribarlo. Es también un arte sumamente espiritual y mental, que exige una tremenda concentracion. En algunos países de Occidente lo practican como deporte extremo pero no lo es.

- ¿Hasta qué punto es el deporte rey de Thailandia?
- Hasta el límite. Hay ligas nacionales, regionales y más pequeñas. Estadios abiertos 24 horas sobre 24, siete días a la semana, que no se utilizan para ningún otro deporte. No te diré que todos los tailandeses han practicado muay thai alguna vez en su vida. Tampoco todos los vascos hemos cantado bertsos o jugado a pelota. Pero casi. Cuando coges un taxi y le dices al conductor que estás entrenando en tal campo o con tal maestro, existen muchas probabilidades de que te responda que él ha hecho unas 200 peleas. Hay algo más, por supuesto. El muay thai es el símbolo real de la nación. Primero lo fue como arte de guerra. Ahora lo es como deporte.

- Y siendo algo tan patriótico, tan místico, ¿admiten extranjeros en los campos de entrenamiento?
- No es fácil y sí más bien como se ve en las películas. Debes tener algún contacto (a mí me introdujo un gran maestro, Luis Lloret). Mikel González, uno de nuestros campeones, ha estado allá cuatro meses recuperándose de una lesión y coincidimos con otros luchadores muy buenos como Pitu, Gustavo o Jon. Te exigen al máximo y no deben ver nunca que retrocedes o te rindes. Has de mostrar un respeto íntegro. Pero no sólo al maestro, a los compañeros o al deporte sino también a todo el misticismo que lo rodea. Y a las normas que rigen en el campamento. Donde no sólo entrenas sino que duermes, vives y comes.

- Explícanos esa idea de no retroceder nunca jamás...
- Forma parte de su filosofía vital, de su espiritualidad. De su compromiso como boxeadores. Nosotros estamos acostumbrados, muy acostumbrados, a practicar estrategias de combate. Un día podemos saltar al ring con la intención de reservar nuestros golpes para los últimos asaltos. O podemos decidir como entrenadores que este luchador es mejor defendiéndose que atacando y evitamos a todo precio que reciba más golpes que los justos. Ellos no. Desde que salen a la arena van a muerte. Para ellos sería deshonor y deshonra intentar ahorrarse unos cuantos golpes. Por muy menudos que sean, por muy delgados (que lo son), se fajan en el combate como diablos. Son tambien muy...¿supersticiosos? Acaso no sea la palabra adecuada. Confían y dependen mucho de la suerte, de los espíritus, de los objetos, de las sensaciones. Es un combate...ritualizado.

- Ahora entiendo aquella danza que vimos ejecutar a dos luchadores en una velada en Ordizia.
- Era más que una danza. Era, es, una ceremonia. Parecida si quieres al haka que celebran los All Blacks neozelandeses al comienzo de sus partidos de rugby. A través del Wai Kruu el luchador homenajea a su maestro, invoca la ayuda de espíritus y antepasados, limpia el ring de influencias negativas y reta a su rival, al que respeta y respetará hasta límites insospechados.

- Los entrenamientos serán de una dureza increíble.
- Fortísimos. No sólo aprendes todos los tipos de golpes posibles, algunos que ni sospechabas que podrían ejecutarse, sino que trabajas tu resistencia y potencia hasta caer rendido. Durante los meses que permaneces en los campamentos vives, comes, duermes, piensas para ser luchador. La comida, rica en frutas y verduras. El sueño, sobre colchonetas. Y la mente preparada no hacia la victoria sino hacia la entrega total como combatiente.

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