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Ni el pabellón La Torre de Puente Tocinos es el Madison Square Garden ni Djibi Keita es George Foreman ni Oleg Tricolich Rocky Marciano. Y ni el público mafioso de los años de la Depresión en EE UU tiene nada que ver con los cerca de 300 aficionados que se dieron cita el viernes en el pabellón de la localidad para presenciar la primera velada del año que organiza la Federación Murciana de Boxeo.
Pero tanto encima del ring como en las sillas de la pista, las ganas de agradar de los boxeadores y la pasión del público en algunos momentos no tenían nada que envidiar a épocas pasadas.
Y eso que la climatología ayudó poco. La gélida noche restó mucho público. Pero quienes decidieron dejarse arrastrar por su afición a un deporte que intenta resurgir de sus cenizas no quedaron defraudados.
Pudieron presenciar seis combates, tres de aficionados y otros tres de neoprofesionales, vieron 20 asaltos -hubo un combate amateur que acabó en el segundo asalto por abandono de un púgil y otro neoprofesional que no vio terminar el cuarto al parar el árbitro el combate por inferioridad-, jalearon los buenos golpes y aplaudieron a rabiar.
Lo más curioso: ¿qué demonios hacía una decena larga de ingleses e inglesas, casi todos jóvenes, sentados en las sillas y ataviados con una peculiar camiseta blanca de manga corta con las siglas R.I.P.? La explicación se encuentra cuando el púgil welter Paul Alfie, de Torrevieja, salió a combatir contra el también alicantino, al menos de licencia, Victor Monileanu. Era la hinchada de Alfie, un barbilampiño rubio y espigado que repartió sonrisas a sus admiradoras, a las que obsequió con un combate que le proporcionó la victoria a los puntos.
Pelea bajo el rimbombante apodo de 'El ídolo de Murcia' pese a su piel morena y a sus escasas raíces huertanas. Se agarró un monumental cabreo -palabras, gestos y hasta algún que otro golpe a la puerta de los vestuarios- en su trayecto desde el ring al no entender que le hubieran dado perdedor a los puntos en su combate de los pesos pesados -el estelar- contra el ruso-alicantino Oleg Tricolich.
El presidente de la Federación, Benjamín Abellán, obsequió a los asistentes con un anuncio feliz al dar a conocer que las veladas se iban a repetir: «Celebraremos una por mes y haremos de este pabellón el escenario de nuestras actividades. El boxeo en Murcia no ha desaparecido, sólo está dormido. Y lo vamos a despertar».